LAS ESTRELLAS NO NACEN, SE HACEN

Desde hace varios años la prensa deportiva nacional viene postulando a muchos jóvenes jugadores como la gran aparición del fútbol peruano, el ‘crack’, el jugador distinto, aquel al que muchas veces se idealiza como el que es capaz de llevar solito a Perú a un Mundial.

En la búsqueda intempestiva por encontrarlo se nombró a Carlos ‘Kukín’ Flores, Waldir Sáenz, Luis ‘Pompo’ Cordero, Johan Sotil, Reimond Manco y muchos otros que fueron abrasados por el encandilado fuego de la fama y terminaron siendo simples promesas.

El fútbol peruano de hoy adolece de una base sólida en el trabajo con las divisiones menores, por lo cual, muchas veces, el hincha ve traducida esa falta de recambio generacional en aparatosas derrotas o papelones.

El desarrollo del aspecto psicológico siempre ha sido una cuenta pendiente en el trabajo con las divisiones menores; por ello, Piero Portanova, que en un tiempo trabajó con selección nacional sub 17, pudo argumentar que “el principal impedimento para que la psicología deportiva se aplique en el Perú son los medios de comunicación, estos influyen constantemente en la opinión pública y muchas veces lo hacen negativamente; por ello, es necesario concientizar a la gente haciéndole saber que si un jugador es llevado al psicólogo no es porque esté loco sino porque necesita una mejor orientación, pero todo esto es a largo plazo, no se puede improvisar, aunque lo que está haciendo Markarián en la selección es importante, él es un tipo que sabe y su opinión repercute, que haya llevado un psicólogo a la selección y este empezando a trabajar con muchos jóvenes quiere decir que se preocupa por que en el futuro no hayan errores similares al de Panamá”.

Hoy en día el Perú se ve infestado de diversas escuelas de fútbol para menores, y no solo de clubes nacionales o ex jugadores sino también de distintos clubes Argentina o España, como son los casos de Boca Juniors, River Plate, Colón de Santa Fe, Barcelona y hasta probablemente el Real Madrid, ya no se sabe realmente si aquí hay ‘potencial’ o todo es un simple negocio.

Hugo Velásquez, entrenador de menores de la Academia Cantolao, mencionó que “es bueno que clubes grandes inviertan en el Perú, todos sabemos que el desarrollo de estos se debe a su buen trabajo en menores y que mejor medio para llamar la atención de los niños que teniendo equipos de esa categoría en el país. Claro, sin desmerecer el trabajo que muchos venimos haciendo desde hace ya varios años”.

A pesar de que se sabe que el trabajo en menores es el punto de partida para el tan anhelado cambio, las políticas deportivas de las instituciones merman el desarrollo ya que priorizan los campeonatos, los ascensos o que la publicidad engrandezca a las empresas que se encuentran detrás del club.

Es cierto, ha habido diferentes triunfos o más que todo ‘hazañas’, diría yo, ‘islas’ como el Mundial Sub 17 que se llevó a cabo el 2005 o la clasificación al Mundial de Corea en la misma categoría, pero la mayoría está más de acuerdo en que el trabajo en nuestras divisiones menores es paupérrimo y que también son ‘islas’ las academias, entre ellas ‘Cantolao’, que dan frutos palpables de su trabajo. “Nosotros buscamos reforzar el trabajo con seminarios y nuevas planificaciones, pero el promedio de participación de los menores ha disminuido. Ahora los muchachos tienen todo al alcance y muchas veces eso genera un aletargamiento o poca predisposición para hacer deporte. Hoy los niños paran más metidos en su casa jugando con el Play Station o la computadora que en el verde, el fútbol se está volviendo 2.0, eso es alarmante porque si sumamos la poca competitividad que existe en el medio, va a ser muy difícil conseguir logros en corto o mediano plazo que es lo que más buscan los dirigentes hoy por hoy. Sin poner esto como una excusa a casi 30 años sin asistir a un Mundial de mayores”.

Es bueno saber que desde ya se está intentando priorizar el trabajo en menores, da gusto reconocer que a pesar de las desastrosas gestiones que año a año se dan, haya surgido la creación la famosa Bolsa de Minutos, el Torneo de Promoción y Reserva o la eventual creación de la Copa Libertadores Sub – 20 con lo que se ganaría mucho en cuanto a lo que es competición.

Por otro lado, César Cueto, entrenador de menores y colaborar de Alianza Lima, quiso hacer énfasis en la realidad que vive la sociedad peruana y que es la que al fin al cabo influye en el comportamiento de los menores. “Se ha perdido el respeto por el otro, no existe una formación moral ni espiritual y aquí, en el Semillero 2000, intentamos darle una perspectiva distinta no solo a los chicos sino también a los padres, les enseñamos a rezar y bendecir a Dios por la vida, por todo lo que tienen, hablamos con ellos y les contamos nuestras experiencias, les hacemos saber que ni el dinero ni la fama dan la felicidad”.

Más adelante, el “Poeta de la Zurda”, nos contaría que “a los muchachos les disgusta mucho tener que entrenar, siempre están pidiendo una ‘pichanguita’, por ello buscamos mediante el juego u otras variantes tratar de que se acoplen al ritmo de entrenamiento sin fastidio; promovemos el hecho de que los padres vengan a ver a sus hijos, porque eso los motiva y permite una mayor integración”.

Después de todo lo mencionado, queda claro que es necesario concientizar al pueblo peruano, en general, de que no existirá ningún cambio si no se trabaja primero desde el hogar, en los casos de los futbolistas mencionados anteriormente, muchos se perdieron por la falta de una consistente educación moral e intelectual; además, los periodistas deben dejar pensar como hinchas y empezar a trabajar con la conciencia de que lo que publican repercute en la sociedad, por lo cual deben tener un alto nivel de compromiso con lo que hacen, ya que muchas (la prensa sensacionalista) busca que el jugador sea jugador, que meta el centro y haga el gol, que todos los días este de buen humor, que sea humilde y que cumpla con una lista de requisitos imposibles que a la larga terminan por cambiarle el ‘chip’ del fútbol por el de la fama y terminan convirtiéndose más en personales de la ‘farándula’ que del ámbito deportivo.